Si pensamos en un suelo laminado, la imagen que nos viene a la cabeza es una imitación de madera con el típico veteado del haya, el abedul o el roble.
Sin embargo, estos patrones clásicos no sacian la creatividad de quienes quieren definir su propio estilo. Para todos ellos, el catálogo de productos MEISTER incluye suelos laminados especiales, suelos verdaderamente fuera de lo convencional.
Esta variante de la clásica imitación de madera es de todo, menos aburrida: El modelo Panopolis 6684 MeisterDesign. laminate LL 150 presenta un tono gris como color de base que lo convierte en una base neutra. Gracias a ello, es un revestimiento de suelo muy adaptable a distintos estilos decorativos y fácilmente combinable con otras superficies de madera, de piedra o con diseños coloridos.
Lo que realmente resaltara son los ornamentos de los tablones. Este suelo laminado es la prueba viviente de que los amantes de la madera no tienen por qué renunciar a un diseño poco habitual. Este diseño no dejará a nadie indiferente.
El laminado de la colección Laminate LD 150, modelo “Mississippi Wood” le dará a sus suelos un toque rústico sobrio gracias a sus tonos rojizos y nobles. Todos aquellos que alguna vez hayan soñado con subirse a una balsa en busca de aventuras encontrarán a su Tom Sawyer en este suelo.
Este revestimiento ofrece una miríada de combinaciones posibles, pero es especialmente apropiado para acompañar un diseño rico en decoraciones exóticas, con accesorios venidos de tierras lejanas. Sin embargo, no es necesario alejarse mucho de casa para crear un interior perfecto: este suelo también es una buena base para un interior diseñado al estilo de casa de campo.
La particularidad de los suelos laminados es que su apariencia se conserva en el tiempo gracias a la capa de papel decorativo que hay debajo de la capa de cobertura. La tecnología de impresión moderna permite reproducir la apariencia de todo tipo de madera y de muchos otros materiales hasta el más mínimo detalle. Un ejemplo especialmente logrado de ello es el MeisterDesign. laminate, modelo “Finca Wood”. Esta imitación realista de los rústicos suelos de las fincas españolas nos hace soñar con las tierras del Mediterráneo occidental.
Es un suelo óptimo tanto para el taller de casa como para una nueva cafetería. Con su estructura “fácil de cuidar”, incluso la suciedad más incrustada se elimina de una sola pasada.
Los tiempos de suelos de madera inmaculados son cosa del pasado. Y es algo positivo, ya que son precisamente las irregularidades y los signos de desgaste lo que da a un suelo su carácter individual.
Esta moda también se refleja en los suelos laminados. Cada vez se ven más capas decorativas con estructuras y elementos que se alejan de la imagen de la madera perfectamente tratada. Un ejemplo de ello lo encontramos en el modelo “Roble agrietado cappuccino”, de la colección Laminate LC 150. Las grietas y los nudos no perjudican en absoluto la estructura del tablón, ya que, al fin y al cabo, son tan solo elementos ópticos.
Un suelo laminado que parece piedra: ¿fantasía o realidad? No solo existe, sino que parece piedra de verdad. Los modelos Laminate LB 150 cuentan con variantes como el modelo “Hormigón”, un formato de baldosa grande que, a simple vista, no se diferencia en nada de un suelo de baldosas de verdad.
Sin embargo, nos podríamos preguntar para qué queremos un suelo laminado que imite a las baldosas. Pues bien, hay más de una respuesta a esta pregunta:
En definitiva, quien pensase que los suelos laminados son una imitación barata de la madera, debería pensárselo dos veces. Actualmente, las posibilidades de diseño que ofrecen los suelos laminados son casi infinitas.