La mayoría de las personas que buscan bajar el ritmo, lo encuentran en el campo. Allí los bosques verdes invitan a dar paseos relajados, un silencio incomparable permite serenar los pensamientos y el inconfundible aire fresco del campo estimula el cuerpo y la mente. Con una decoración de estilo de casa de campo podemos traer al menos una parte de este romanticismo rural a nuestra casa en la ciudad.
En tiempos en los que la sostenibilidad y la conexión con la naturaleza cada vez cobran más importancia, estos aspectos se reflejan con cada vez más frecuencia en las viviendas en las grandes ciudades. Los materiales naturales definen la imagen, desde los muebles, pasando por los tejidos, hasta la decoración.
El estilo de casa de campo es una tendencia particular porque reúne elementos de otros estilos de decoración diferentes y además deja espacio para la individualidad. El gusto personal determina si el estilo de casa de campo se interpreta de una manera más bien clásica o muy moderna y quizás solo se manifiesta con algunos toques. En términos generales, el estilo rural se considera agradable y acogedor, y por eso, sobre todo especialmente romántico.
El look clásico de casa de campo apuesta por muebles de estilo vintage o Shabby Chic, es decir, aquellos que son antiguos de verdad o al menos lo parecen. Casi ningún mueble podría combinar mejor con el estilo rural que un aparador retro independiente con puertas acristaladas o una alacena torneada con tallas. En estos muebles, las posibles huellas causadas por el uso no son ningún defecto, sino que aportan autenticidad. Es cuestión de gustos si los armarios son de madera oscura maciza o blancos y delicados. La primera variante es más rústica y clásica, mientras que la segunda variante es más sencilla y aspira más a la sencillez rural.
Por regla general, la premisa es que los muebles de las casas de campo sean de madera. Así, por ejemplo, en un dormitorio de estilo de casa de campo no hay camas con estructura metálica, sino de materias primas naturales. Y lo mismo ocurre con bancos o sillas. La mesa de comedor puede tener patas de acero si se considera una interpretación moderna de la tendencia rural, pero no así el tablero de la mesa, que debe ser obligatoriamente de madera. En el caso del sofá, puede ser de mimbre, aunque no tiene que ser así necesariamente. Lo importante es que invite a relajarse. Idealmente, junto al sofá hay una chimenea o estufa: imposible más romanticismo rural en casa
Sobre un cómodo sofá hay que poner una manta acogedora. Y para contribuir a la conexión con la naturaleza, esta manta debe ser de lana o algodón. A juego pueden ir unas fundas de cojín de lino, por ejemplo, que pueden ser sencillas de un solo color o decoradas con cuadros o rayas clásicos. Otros tejidos y materiales que pueden emplearse con fines decorativos pueden ser, por ejemplo, el cuero, la piel, la piedra, la arcilla o la cerámica. También la porcelana encaja perfectamente en el estilo de casa de campo. En la cocina, platos y tazas con motivos florales aportan un aire de romanticismo.
Los elementos florales tienen un papel importante en el look de casa de campo. Si bien esta tendencia de decoración deja mucho margen para la realización personal, hay una cosa que no puede faltar en ningún caso: flores y hierbas. Estas incluso pueden cambiarse convenientemente según la época del año. Por ejemplo, en primavera fascinan los tulipanes en un rosado suave. En verano, los girasoles aportan naturaleza a la casa, mientras que en otoño las espigas de cereales y las hojas secas crean un efecto precioso. También las calabazas y las piñas de abeto son ideales para decorar durante la temporada más fría del año. En invierno, una buena opción son los diferentes tipos de brezo.
En cuanto al color, el estilo rural apuesta por los tonos pastel suaves y el blanco. Estos colores representan la tranquilidad que muchas personas sienten cuando están en el campo. Aun así, también pueden añadirse unos toques en colores vivos por aquí y por allá con cojines y otros textiles.
Para crear un ambiente auténtico, se necesita la decoración adecuada. Los jarrones blancos y con motivos florales de cerámica y porcelana ponen en escena las flores y hierbas. Objetos como lecheras antiguas evocan nostalgia y contribuyen a crear un look totalmente auténtico. También una rueca antigua del rastro, o quizás del sótano de los abuelos, crea un efecto interesante. Por otro lado, una mesa clásica de una máquina de coser sirve, bien como objeto decorativo llamativo, bien como práctica mesa auxiliar, después de modificarla ligeramente. Las cestas pueden contener, por ejemplo, fruta, verdura, leña, revistas o toallas en el cuarto de baño. Las velas y faroles de cristal proporcionan una luz acogedora no solo durante la época del año más oscura.
Para una vivienda de estilo de casa de campo son muy oportunas, sobre todo en la cocina, las baldosas con diseño clásico. No obstante, por lo que respecta a la conexión con la naturaleza que resuena claramente en la tendencia rural, la elección más adecuada es un suelo de madera auténtica. El color aquí no tiene tanta importancia y puede depender tanto del gusto personal como del resto de la decoración de la casa. Quien prefiera más bien los muebles claros, con un parquet MEISTER en la variante Roble armónico ahumado puede crear un contraste interesante. En cambio, quien haya optado por muebles rústicos oscuros, con el parquet MEISTER Roble vivo crema a la cal, por ejemplo, aporta un contrapunto atractivo. Y para aquellos que también quieran poner madera en la cocina y en el baño, pueden recurrir al suelo de laminado de MEISTER. Este suelo cautiva visualmente con un aspecto de madera muy realista y además está disponible en variante waterproof.