¿Le gustan las formas clásicas y se siente bien en un ambiente moderno a la par que acogedor? ¿Son los clásicos modernos lo que verdaderamente le interesa? ¿Desea vivir en un estilo elegante con un diseño perdurable en el que pueda sentirse a gusto durante muchos años? En ese caso, debería conocer el estilo de mediados de siglo.
El estilo de mediados de siglo es elegante, moderno, acogedor, clásico y siempre actual, al tiempo que posee un toque de elegancia sutil. Materiales de alta calidad como maderas nobles, acero cromado, cuero fino y tejidos de terciopelo, tweed y pana son los complementos perfectos para los clásicos del diseño de Eames, Verner Panton, Eileen Grey y George Nelson, por mencionar solo algunos de los grandes diseñadores que nos han obsequiado con piezas absolutamente maravillosas.
La mayoría de los diseños que hoy consideramos vanguardistas y actuales datan realmente de mediados del siglo XX, principalmente de los años 40, 50 y 60. Nos encantan los muebles y accesorios decorativos maravillosos que son atemporales y de muy alta calidad. Son dinámicos, armoniosos y están diseñados con la máxima atención al detalle. Optar por estos clásicos del diseño es siempre una decisión acertada.
Quien adquiera un clásico de este tipo, no solo se está procurando una fabulosa obra maestra, sino también una pieza para toda la vida. Las preciosas obras de diseño confieren un matiz de refinamiento a cualquier estilo de interior y a cualquier estancia, de modo que si se combinan con muebles contemporáneos, una iluminación sobria e incluso con accesorios muy modernos, se consigue un look elegante y acogedor.
No hacía mucho que había terminado la Segunda Guerra Mundial y en la gente reinaba el optimismo y el entusiasmo. Se habían desarrollado nuevas tecnologías y descubierto nuevos materiales. Muchos arquitectos y escultores empezaban en aquel tiempo a ampliar su repertorio y diseñaban no solo casas, sino, cada vez más, muebles. En la mayoría de los casos, estos servían para poder equipar sus propias creaciones con un mobiliario acorde. Los productos se diseñaban para que fueran aptos para producirse en serie, tendencia que imperaba en aquella época.
Los muebles del estilo de mediados de siglo se diseñaban para las personas, por lo que eran muy ergonómicos. No son excesivamente cargantes, sino que tienen un carácter elegante, desahogado y hasta cierto punto moderado. La mayoría de las veces estas piezas presentan una forma orgánica para adaptarse a las personas.
A pesar de la producción en serie de antaño, estas piezas de diseño no eran asequibles para todo el mundo, si bien algunos procesos de trabajo podían simplificarse con el uso de máquinas; por ejemplo, doblar tubos de acero, tratar madera maciza o pintar y cromar. Aun así, cada mueble necesitaba aún mucho trabajo manual individual. E incluso hoy en día las piezas clásicas de Thonet, Classicon y Cassina se fabrican con un esmerado trabajo artesanal.
Otro paso en la evolución de la nueva forma de producción de muebles fue la posibilidad de enviar los productos de la manera más fácil, compacta y económica posible. Así, por ejemplo, en 1949 Nils Strinning creó el popular sistema de estanterías String, compuesto de guías metálicas ligeras y diferentes estantes. Para realizar envíos, todavía hoy en día se embalan los distintos componentes en un paquete compacto para después montar la estantería en el lugar en el que se desee.
No solo son una maravilla, sino que han demostrado su valía desde mediados del siglo XX. Los diseños de mediados de siglo son siempre actuales y lo seguirán siendo:
Panton Chair de Verner Panton, Egg Chair y Ant Chair Ameise de Arne Jacobsen, Barcelona Chair de Mies van der Rohe, Lounge Chair de Charles & Ray Eames, Mono de madera de Kai Bojesen, Adjustable Table de Eileen Gray, Serie LC de Le Corbusier, Lámpara de mesa Wagenfeld de Wilhelm Wagenfeld, Wooden Dolls de Alexander Girard, Sunburst Clock de George Nelson, Mesa Saarinen y silla Tulip de Eero Saarinen, Estantería String de Nisse Strinning
Los diseños no solo son bonitos, sino que actualmente son tan populares que algunos fabricantes adquieren patentes antiguas y reeditan las piezas. Es el caso, por ejemplo, del espejo Randaccio, del fabricante Gubi y diseñado originalmente por Gio Ponti.
Además, los clásicos del estilo de mediados de siglo son una verdadera inversión, puesto que hoy en día los coleccionistas invierten cada vez más en obras de mediados de siglo en vez de solo en arte y antigüedades. Sin ir más lejos, una mesa de Jean Prouvé se subastó por 1,29 millones de euros. De igual forma, la Goodyear Table de Isamu Noguchi pasó a manos de un nuevo propietario en una subasta de Phillips por un precio de 4,45 millones de dólares.
Evidentemente, aquel que haya descubierto su debilidad por el estilo de mediados de siglo, querrá vivir en un ambiente que sea acorde con este estilo. Los muebles y accesorios de mediados del siglo pasado son tan bonitos y armoniosos que encajan muy bien en diferentes escenarios. Y lo que más maravilla de este look es que se trata de un estilo moderno, elegante y al mismo tiempo siempre muy actual. Los muebles y accesorios de estilo de mediados de siglo son realmente versátiles desde el punto de vista del estilo, de modo que pueden lucir como piezas en sí mismas o bien integrarse fácilmente en un ambiente existente. Aportan un toque de belleza y se adaptan perfectamente a un estilo de vivienda moderno.
Bastan un par de estos ejemplares clásicos para conseguir un look de mediados de siglo. Por ejemplo, la Lounge Chair de Charles y Ray Eames, o la mesa auxiliar de Mies van der Rohe y la lámpara de pie AJ de Arne Jacobsen. Incluso algún hallazgo antiguo de algún rastro de la época puede combinarse con estos elegantes clásicos para dar un toque personal al conjunto.
El estilo interior de mediados de siglo se enmarca en tonos claros y cálidos como el beige, el marrón, el terracota y los tonos naturales. Aunque también pueden entrar en juego colores como un verde oscuro aterciopelado o los tonos grises. También encajan en este estilo tejidos con estampados pálidos combinados con terciopelos lisos. Actualmente muchos fabricantes ofrecen tejidos de estilo retro muy acorde con las líneas de mediados de siglo. Para el revestimiento del suelo, una opción ideal es un parquet clásico y atemporal de maderas cálidas como el nogal americano o el roble miel. Muy fiel al estilo de la época es también la colocación en forma de espiga o cuadrada como la que se estilaba a mediados del siglo anterior.
Una piel de vaca colocada de modo desenfadado sobre el parquet debajo de la mesa del comedor o en el salón, acompaña el look a la perfección. Pero no tiene que ser obligatoriamente un suelo de parquet. Especialmente en el caso de las renovaciones en las que se busca una altura de instalación lo más escasa posible para no tener que cortar puertas y marcos, un suelo de diseño de alta calidad puede colmar los deseos de disponer de un ambiente perfecto en casa. Por ejemplo, con un grosor de 5 mm, el suelo de diseño Catega Flex puede colocarse encima de un suelo ya existente.