Cálido, frío, glamuroso, noble. El gris es el color de moda y la gama de tonos, casi inacabable. En el diseño de interiores encontramos Shades of Grey en las paredes, los tejidos, los suelos y en los muebles.
Durante mucho tiempo, el color de la modernidad era el blanco tanto en los interiores como en los exteriores. Se consideraba un color indiscutible, evidente. Con el objetivo de resaltar las formas y la arquitectura, todo se pintaba completamente de blanco. Un color considerado neutral. Según el conocido arquitecto Richard Meier, el color blanco incluso tiene un efecto equilibrante. Decía que, para él, el blanco era un color especialmente interesante porque, a lo largo de todo el año, refleja los cambios en la luz.
Sin embargo, ¿quién dice que todo debe ser blanco? Tal vez el tiempo del blanco ha empezado a quedar atrás y hemos descubierto que nos gustan otras cosas. Tal vez ahora queremos un toque menos neutral y más individual para nuestros hogares. Un color que también resalte la arquitectura y los detalles, incluso que haga destacar especialmente bien el estuco de las viviendas antiguas. Tal vez va siendo hora de dejar atrás el blanco sempiterno y de optar por la diversidad de los colores suaves y atemporales que nos acaricien los sentidos.
El gris es el color de moda y nosotros nos hemos dejado cautivar. Es un color reservado, lleno de matices, más de los que puede llegar a tener el blanco. El gris no es, simplemente, gris. Presenta muchísimos tonos: elegantes, fríos, románticos, modernos, retro.
Lo encontramos en las paredes, en las superficies barnizadas de los muebles, en los tejidos, en los accesorios y, naturalmente, en los suelos como el parquet, los suelo de diseño o suelos laminados.
Las posibilidades son casi infinitas y van desde los tonos más fríos a los más cálidos. Además, si se combinan con distintos materiales, diferentes iluminaciones y superficies, creamos entornos radicalmente nuevos. Vivir en un hogar Shades of Grey.
Si queremos encontrar una pintura de alta calidad para las paredes y los muebles, tenemos que acudir a un especialista. Igual que ocurre con los suelos, tenemos que fijarnos en la calidad del producto y en la ausencia de sustancias nocivas. Las mezclas de las pinturas de alta calidad son exactas y los distintos tonos perfectamente adaptados los unos a los otros. Si queremos volver a comprar el mismo tono años después, deberíamos poder conseguirlo.
Sin embargo, el tono no lo es todo. Una pintura de buena calidad contiene una proporción de pigmento alta y es intensa y brillante. La superficie también tiene su relevancia. Un gris mate, por ejemplo, parecerá muy intenso y plástico. En cambio, una superficie ligeramente brillante refleja la luz y da sensación de amplitud incluso en estancias pintadas con un tono de gris relativamente oscuro.
Las distintas opciones para el suelo dan para auténticas 50 sombras de... gris. Gris claro o gris oscuro. Sea cual sea, no van a dejar indiferente a nadie. Cuando coincide el color del suelo y de la pared, se logra un entorno realmente armónico. Además, las estancias incluso parecen más grandes y espaciosas. Independientemente del estilo que le guste, los tonos de gris se han convertido en un auténtico clásico y le ayudan a destacar su toque personal.
¿Le gusta ir al monte? Entonces, le recomendamos que no renuncie a ello en su hogar y opte por un diseño rico en madera y materiales naturales. Un entorno agradable, fácil de cuidar y con un toque elegante.
Un gris combinado con un color crema es perfecto. Un parquet color gris plata con superficie muy brillante y en tablón de casa de campo es perfecto para un entorno acogedor y refinado. Los muebles deben tener colores crema, los tejidos, de lino gris, y sofás y butacas recubiertas de pieles de cordero suaves aportarán el toque noble.
Un parquet de roble en gris crema y con una superficie con aceitado natural también puede ser una buena base para un diseño rústico. Si se combina con accesorios claros, en tonos crema y gris, lograremos un diseño interior natural, relajante y con carácter.
El color gris combina especialmente bien con los materiales bastos, los muebles de acero, el cuero y la madera del estilo industrial.
Una mesa de comedor con patas de metal soldadas, bancos de madera con pieles de baca y luces de metal completan el look. En este entorno, conviene contar con un suelo resistente que no se dañe si cae algún objeto. Un suelo de madera como el parquet de roble marcante en plata titania y superficie cepillada sería una opción excelente.
Si preferimos una alternativa algo más robusta, podemos optar por un suelo de madera Lindura. Para fabricar los tablones Lindura, se fusiona una capa de madera maciza con un polvo compuesto por fibras de madera y minerales. Esta combinación resulta en un suelo robusto y fácil de cuidar. El suelo de madera Lindura en gris rústico destaca por su estructura vintage y es perfecto para lograr una estética Factory Style de verdad. El suelo de diseño Catega Flex, por ejemplo en madera de fresno vintage es un buen complemento para una renovación a posteriori porque tiene una estructura de tan solo 5 mm de altura de montaje.
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