Para muchos, África es un destino de viaje soñado: hacer un safari en jeep, caminar por la selva tropical o volar a Ciudad del Cabo para hacer un viaje por la ciudad. El segundo continente más grande de la Tierra genera una enorme fascinación. Por eso no es de extrañar que este continente haya servido varias veces a Hollywood como telón de fondo de ensueño para clásicos del cine como «Memorias de África» o «En un lugar de África». Si no quiere esperar al siguiente gran viaje, simplemente puede traer el estilo africano a su propia casa. Conseguirlo depende, sobre todo, de tres factores determinantes: el color, los materiales y el diseño.
Soñar con África es sumergirse en un poderoso universo de colores. Los tonos tierra cálidos evocan la estepa, mientras que colores como el rojo, el amarillo y el verde representan la colorida biodiversidad del continente. A esta última tríada de colores se la conoce también como los «colores panafricanos». Estos colores ya se utilizaban en el siglo XIX y formaban, entre otras, la base de la bandera de Ghana. Hasta el día de hoy, los tres colores pueden encontrarse en casi todas las banderas de los 55 países africanos.
En el diseño de interiores se suelen utilizar los tonos cálidos, mientras que los colores panafricanos aportan un determinado acento. Los tonos tierra como el marrón, el beige o el ocre se pueden encontrar tanto en textiles como en paredes, muebles o elementos decorativos. La paleta de colores se completa con un blanco neutro, que se utiliza para pintar jarrones o máscaras. Por otra parte, un rojo oscuro recuerda a la mágica puesta de sol en la estepa africana.
No obstante, si usted desea incorporar la sabana a su propia casa, primero debería preguntarse si los tonos tierra y rojos fuertes realmente favorecen el espacio. Y es que, cuantos menos metros cuadrados, más probable es que reduzcan visualmente el espacio los colores oscuros, lo cual supone un importante contraste con la inmensidad de África.
Aquí el plástico no tiene ninguna posibilidad. En la decoración de interiores al estilo africano, lo más importante es que los elementos decorativos estén hechos de materiales naturales. La madera suele tener un papel importante. Los muebles pueden ser, por ejemplo, de teca, mango, palisandro o ébano. Se utilizan clásicos de estilo colonial en vez de un diseño moderno. Los muebles macizos irradian el encanto del siglo XVII y a menudo son de muy buena calidad. Junto a los muebles de madera pueden colocarse cestas o taburetes tejidos o una alfombra tejida de lino. Los más atrevidos pueden optar también por una alfombra con estampado africano o incluso una alfombra de piel. Para que no tenga que convertirse en un gran cazador para decorar su casa, existen muchas alfombras de piel sintética muy conseguidas o alfombras tejidas con estampado animal. Ambas son buenas opciones si se desea cuidar el bolsillo y proteger el bienestar animal.
También logran traer a casa un pedazo de África los cojines con estampado animal, cuadros con motivos étnicos, máscaras, jarrones y jarros de terracota o plantas. Si no tiene buena mano con las plantas, no se preocupe: especies como la sansevieria o la cinta son muy populares actualmente, entre otras cosas, porque estas notas de color verde son facilísimas de mantener. Soportan tanto el sol como la sombra y necesitan poca agua. Y si a pesar de ello quiere ir a lo seguro, también puede optar por flores secas, como por ejemplo, la hierba de las pampas.
Para empezar, lo mejor del estilo africano es que todo está permitido Las alfombras de piel se pueden combinar bien con cortinas y cojines de estilo étnico con estampados coloridos. Los colores fuertes son tan bienvenidos como los tonos tierra apagados. Y es que la decoración puede ser tan colorida y diversa como lo es el propio continente. Sin embargo, la decoración no debería ser demasiado rectilínea si lo que se pretende es irradiar una buena dosis de sensación africana. Aquí, por ejemplo, está fuera de lugar un aspecto estrictamente de estilo Bauhaus. En su lugar, destacan muebles y elementos decorativos con formas redondeadas y, a poder ser, hechos a mano o por lo menos sin tratar.
Para evocar en casa la luz cálida de la puesta de sol africana, los faroles y farolillos son ideales. Pero también las lámparas artísticamente sinuosas con bombillas cálidas pueden imitar algunos rayos de sol.
Sobre qué suelo desea arrancar su safari particular depende en gran medida del gusto personal. Sin embargo, en este caso también sería conveniente inclinarse por materiales naturales. A la cabeza se encuentran los suelos de madera genuina como el Lindura. Además de por su aspecto de alta calidad, este suelo de madera destaca también por su enorme resistencia al desgaste y su carácter rústico. Su encanto natural se aprecia sobre todo en las decoraciones Nogal americano vivo 8523 o Roble rústico 8410.
Y quien prefiera un revestimiento de suelo sin complicaciones, puede hacer algo de trampa; y es que los suelos de diseño no solo parecen auténticos, sino que también se sienten así al tacto. Pero además son más resistentes al desgaste y soportan sin problemas incluso el agua y la suciedad intensa. Con una decoración en roble se acercan mucho a la madera auténtica original y combinan a la perfección con muebles de madera maciza de teca o de caoba.