¿Le gustaría tener un poco de mar en casa? Si responde a esta pregunta con un "¡Por supuesto que sí!" espontáneo, entonces es usted un buen candidato para la decoración marinera. Revelamos cómo un soplo de vacaciones puede correr por el interior de las cuatro paredes de su casa, como si de la época de vacaciones se tratara.
Incluso quien no proceda de una zona marinera de nacimiento puede sentirse verdaderamente atraído por el mar. Al fin y al cabo, desde tiempos inmemoriales el mar ha tenido un poder de atracción muy especial hacia las personas. Muchas personas, al contemplar el mar casi infinito, tienen la sensación de que sus preocupaciones son un poco más pequeñas, y que sus pensamientos se vuelven un poco más sosegados. ¿Acaso no sería maravilloso sentir esta sensación de bienestar también en casa, que quizás está a cientos de kilómetros de la costa? Decorar la propia vivienda con un estilo marinero puede ayudar, al menos en parte. Si bien esto no nos acerca el mar, al menos sí tenemos la sensación de que está justo delante de la puerta.
Conseguir una casa con este aire no es difícil en absoluto. Una decoración marinera adecuada ya hace mucho por sí sola; de hecho, hay objetos típicos que destacan al estar estrechamente relacionados con el mar. Las conchas, por ejemplo, no pueden faltan el ningún caso. Lo mejor es colocarlas en una bandeja plana o un jarrón de vidrio. La base ideal, por supuesto, es la arena fina. Un arreglo como este es especialmente auténtico y además se asocia con recuerdos preciosos si esta arena y estas conchas se recogieron a mano durante las últimas vacaciones en la playa. Otra alternativa es acudir a las muchas tiendas de bricolaje y decoración que tienen artículos de este tipo en el surtido. Allí suele haber también estrellas de mar o maderas que parecen objetos flotantes recogidos del mar.
Pero si hay un pequeño pero delicado accesorio que proporciona gran parte del romanticismo marinero es, sin duda, la obligada botella con mensaje. Si lo desea, puede escribir un mensaje real en el papel. Veremos quién es el primero en sucumbir a la curiosidad y leerlo…
Ya sea en forma de foto en la pared o de maqueta decorativa, faros, veleros y sillas de playa son motivos clásicos que recrean el ambiente marinero. Sin embargo, las versiones en miniatura pueden resultar cursis rápidamente, sobre todo si se colocan muchas. A quien le guste un toque más sutil, puede recurrir mejor a imágenes acogedoras en las paredes. Resultan especialmente imponentes en forma de lienzo de gran formato o en un marco elegante. La elección del motivo depende del gusto personal. Fotografías de un mar agitado, un impresionante paisaje de dunas o un antiguo faro son solo algunos ejemplos de decoración auténticamente marinera para las paredes.
Otros motivos típicos son peces, gaviotas, salvavidas, timones y anclas. Estas últimas en particular no solo son muy populares en la moda en forma de camiseta o blusa estampada. También existen muchos textiles del hogar, como cojines con anclas bordadas o estampadas. Las alfombras también pueden ser de yute, un material basto que recuerda a los caprichos del mar y a la carga de los barcos mercantes en sacos. Como contrapartida son muy adecuados los cojines y otros accesorios de algodón o lino. Materiales como estos evocan recuerdos de las enormes velas de antiguos veleros. Y hablando de barcos: los cabos y las redes como los que se encuentran en los barcos también pueden utilizarse como excelentes elementos decorativos.
En cuanto al color, el estilo decorativo de ambiente marinero está determinado por el azul y el blanco. Dentro de estos colores se admiten todas las gradaciones; el turquesa, por ejemplo, también es adecuado, al igual que los tonos grises y beige suaves. Grandes plantas verdes pueden funcionar para dar un toque. Si se prefiere el mar Mediterráneo al mar del Norte o Báltico, puede recurrirse a palmeras para recrear un poco el ambiente mediterráneo. Un rojo fuerte puede servir muy bien como color de contraste para alternar un poco el look; por ejemplo, en forma de farol rojo sobre un aparador blanco frente a una pared pintada de azul claro. El patrón típico del look marinero son las rayas, por ejemplo en cojines o mantas. No obstante, debería mantenerse en las combinaciones de colores azul-blanco o rojo-blanco. Cualquier otra cosa resultaría demasiado colorida y no encajaría en el conjunto.
Un material indispensable para obtener el look deseado es la madera. Por un lado, durante mucho tiempo los barcos estaban hechos de este mismo material natural y, por otro lado, gran cantidad de madera flotante es arrastrada a las diferentes costas del mundo. Precisamente por eso, este material natural forma parte necesariamente de una vivienda decorada al estilo marinero. Las cestas trenzadas y las viejas cajas de vino en homenaje a la carga de un viejo velero son bonitas de ver y ofrecen un práctico espacio de almacenaje. En una estantería, por ejemplo, son una estupenda alternativa a los cajones. Idealmente los muebles también están hechos de madera, al menos en parte. Tranquilamente pueden irradiar un cierto encanto vintage o Shabby-Chic. Así como los barcos rápidamente presentan marcas de uso en forma de madera astillada o pintura desconchada, los muebles también pueden tener defectos como estos, aunque no es absolutamente imprescindible. No obstante, sí deberían guardar la armonía y ser de color blanco o colores apagados como un gris claro o tonos pastel. Para un dormitorio marinero es adecuada, por ejemplo, una cama de ratán y ropa de cama en la misma línea marinera.
No existe casi ningún suelo tan acorde con una decoración marinera como el suelo de madera; al fin y al cabo, provoca fuertes asociaciones: por ejemplo, nos hace pensar en el embarcadero que nos llevó al mar las últimas vacaciones en el mar del Norte o en los tablones de un barco antiguo. No es tan importante si se trata de parquet, laminado, el suelo de madera Lindura o el suelo de diseño. Más bien se trata de conseguir un aspecto de madera. El suelo de parquet a la inglesa está hecho para conseguir este ambiente que estamos buscando. Se trata de un patrón de colocación de estilo especialmente auténtico, pues recuerda al revestimiento de los suelos de los barcos antiguos. En este patrón se colocan varias piezas pequeñas de madera sobre un tablón. Estos tres elementos, llamados lamas, se disponen siempre desplazados entre sí dando como resultado el clásico patrón de suelo a la inglesa.
El color del suelo depende del gusto de cada uno. Si en la decoración predomina el azul oscuro, un suelo claro puede refrescar un poco el ambiente. Si los elementos decorativos y muebles son mayoritariamente claros, un revestimiento de suelo en gris claro o blanco aporta mucha armonía. En cambio, un suelo oscuro crea un contraste interesante y es más similar al color del entarimado de un barco.
Con poco esfuerzo podrá crear un pequeño paisaje de dunas en su propia casa. Para hacerlo, plante hierba en una maceta y rellene con arena fina. Si le gustan, añada dos o tres conchas y enseguida tendrá lista una duna en miniatura. Idealmente el macetero que sea delicado y en un tono pastel suave. Unas fotos de las últimas vacaciones en la playa aportan un toque personal a la decoración marinera. Para enmarcarlas pueden utilizarse marcos de fotos sencillos adornados con conchas y arena o perlas, para después colgar las fotos en la pared o colocarlas sobre un estante. Por otro lado, las guirnaldas de luces son siempre una buena opción para crear un ambiente acogedor. En la sala de estar o en el balcón pueden evocar una suave noche de verano en un romántico bar de playa. Y de la misma manera que el marco de fotos, puede darle un toque: basta con pegar conchas y caracolas alrededor de las distintas lucecitas para crear un bonito adorno para la pared. Lo más importante en una vivienda marinera es que los muebles y la decoración irradien la ligereza de una suave brisa de verano. Sin embargo, la mejor receta para decorar es ser fiel al gusto de cada uno y escuchar la voz interna de la relajación.
