La sostenibilidad es una tendencia enorme... y siempre una buena oportunidad para tachar un par de cosas de la lista de "lo que tengo que tirar" y añadirlas a la lista de "con esto aún puedo hacer algo". Le damos ideas para encontrar una nueva finalidad a restos de parquet, laminado y otros materiales.
Si después de colocar el suelo ha sobrado suficiente parquet, con él puede crearse por ejemplo un reloj de pared único y exclusivo. Para ello, lo que hay que hacer es encolar primero dos tablones de parquet juntos. En cuanto la cola se haya secado, se recorta en la madera un círculo con el tamaño que se desea que tenga el reloj y finalmente se lija el borde. A continuación se añaden los números del 1 al 12; pueden pintarse, pegarse o de cualquier otra forma, esto se deja al gusto de cada uno. Para terminar, se taladra un orificio en el que se insertará el mecanismo del reloj. Y ya tenemos nuestro reloj listo.
Otra bonita idea que se puede realizar con tablones de parquet son tablas con pinza para notas o fotos. Basta con recortar la pieza de parquet con el tamaño deseado y pegar encima una o varias pinzas de madera o pinzas sujetapapeles que al final servirán para sujetar las hojas de papel o las fotos. Si además en el dorso se incorpora un gancho, la tabla puede incluso colgarse en la pared.
A veces sucede que el aspecto de un mueble ya no nos gusta después de muchos años o que, después de una renovación, su estructura ya no pega con el suelo o la nueva decoración interior. En este caso no necesariamente hay que dirigirse enseguida a la próxima tienda de muebles, sino que más bien convendría echar un vistazo al sótano, porque el laminado sobrante es perfecto para dar un look nuevo a muebles como armarios o mesas. Este revestimiento de suelo es fácil de trabajar, motivo por el cual es un material ideal para proyectos DIY ("Do-It-Yourself"). Es importante que los muebles que se van a personalizar tengan una superficie lisa, porque de lo contrario, por un lado, fijar el laminado se hace difícil y, por otro lado, posteriormente pueden quedar visibles algunas irregularidades, con el efecto antiestético que ello produce. El primer paso es cortar la pieza de material a la medida correcta. Esto se puede hacer perfectamente con una sierra de calar, por ejemplo. Ahora puede adornarse el aparador, la puerta del armario o el tablero de la mesa con el laminado. La cinta adhesiva de doble cara y fuerte adherencia es ideal para ello. Que el mueble entero se revista con laminado depende, por un lado, de la cantidad de restos de material de la que dispongamos, y por otro lado, de la estética y del gusto personal.
En vez de estar en la estantería del sótano, los restos de moqueta pueden quedar mucho mejor delante de la puerta de casa. ¡Incluso pueden servir como felpudo! No obstante, una estera de este tipo es mejor utilizarse en el interior, porque fuera puede absorber mucha agua si llueve o nieva, con lo que se perdería su finalidad. Quien prefiera la vía rápida, tan solo tiene que recortar el resto de moqueta al tamaño deseado y ya tiene el felpudo acabado. Sin embargo, para que se vea algo más aparente y para darle un look único, también puede personalizarse, por ejemplo con tiras de cuero o pintando de muchos colores la antigua moqueta, si el color de base y el material lo permiten. Los dueños de perros pueden probar si su querida mascota acepta la antigua moqueta para cubrir la base de su cesta para dormir, mientras que los que tengan gato pueden perfectamente reutilizar los restos de moqueta para construir un nuevo rascador.