"¿Cuántos metros cuadrados tiene?", es la primera pregunta que muchas personas hacen al visitar una vivienda o una casa. Más adelante, a la hora de la mudanza, lo que era una pregunta formulada por interés personal se convierte en una cuestión mucho más práctica.
La superficie habitable figura en el anuncio y el ofertante la confirma si así se le pide. En el plano también puede leerse la superficie. ¿Por qué entonces deberían volver a medirse las habitaciones?
De entrada, porque las habitaciones vacías parecen más grandes de lo que realmente son. No es raro que los futuros habitantes sobrestimen el espacio de las habitaciones, sobre todo de las pequeñas y rectangulares. A menudo, después de comprar un sofá a ojo de buen cubero, se encuentran con que el mueble domina por completo la estancia. Asimismo, es habitual que los aficionados al bricolaje se sorprendan de que el suelo laminado o la moqueta que han comprado con toda su ilusión no cubre toda la habitación.
Por suerte existe un gran número de accesorios que ayudan a tomar todas las medidas necesarias sin complicaciones y en muy poco tiempo.
Hay diferentes instrumentos que permiten medir habitaciones y obtener valores precisos. Los más habituales son los siguientes:
En la Wohnflächenverordnung (ordenanza alemana de espacios habitables) vigente desde 2004 se definen las áreas que deben incluirse al calcular un espacio habitable.
En habitaciones con techos inclinados, es importante excluir de la medición aquellas áreas en las que la altura no llegue a un metro. Cuando la altura sea de entre uno y dos metros, estas áreas computarán al 50 por ciento en el cálculo de la superficie habitable. Esta desviación resulta práctica para quien tenga previsto colocar mobiliario bajo, p. ej. una cómoda, debajo de los techos inclinados e incluir más espacio en su planificación. En el caso de las terrazas, los balcones y las galerías solo puede incluirse en el cálculo una cuarta parte del tamaño medido. La precaución gana: es mejor medir dos veces que comprar dos veces, por ejemplo, un suelo.
Las viviendas antiguas son conocidas por no tener paredes y techos rectos. Con el paso del tiempo no es raro que una parte del suelo se hunda. Es posible que, si la longitud de una habitación se mide en el suelo, los resultados no sean del todo fieles. Quien quiera ir sobre seguro deberá medir en horizontal a lo largo de la pared (valiéndose de un nivel de burbuja).
No obstante, las herramientas tradicionales llegan a su límite al superar los tres metros y, en vista de la tendencia actual de conformar espacios diáfanos, no es inusual encontrarse con habitaciones mucho más espaciosas. Soluciones modernas para problemas modernos: los láseres no solo sirven para detectar locos al volante, también permiten medir habitaciones.
Los medidores de láser modernos son capaces de medir longitudes de hasta 50 metros sin problemas. Para ello, el dispositivo se coloca en una pared y el sensor se orienta hacia la pared opuesta. El valor se guarda con solo pulsar un botón.
Los telémetros láser, como casi todos los equipos electrónicos, están disponibles con diversas funciones. Quien quiera convertir los resultados a una unidad extranjera no tiene por qué echar mano de la calculadora; basta con pulsar un botón y el telémetro muestra la distancia en la unidad elegida. Todos los modelos ofrecen el cálculo automático de la superficie o del volumen de la habitación. Con ello, una persona sabrá en cuestión de pocos minutos cuánto revestimiento de suelo debería comprar. Además, si desea tener los resultados a mano en su siguiente visita a la tienda de bricolaje, pueden enviarse las mediciones al teléfono móvil mediante Bluetooth.
La experiencia ha demostrado que los metros plegables de plástico son mucho más fiables a largo plazo. A diferencia de la madera, este material no se deforma con el paso de los años. Los metros de gran calidad pertenecen a la clase de precisión III, lo que equivale a una tolerancia de medición de 1,4 mm en dos metros de longitud medida.
Las cintas métricas flexibles son muy prácticas para realizar mediciones rápidas, pero no son totalmente fieles a la realidad: tienen tendencia a alargarse con el uso. A partir de cierto momento no está garantizada la precisión de los resultados. Asimismo, los valores arrojados por los medidores por ultrasonidos deben tratarse con cautela. La velocidad de las ondas acústicas pueden verse influidas por el clima (p. ej. la humedad del aire).
Algunas apps para smartphone permiten generar rápidamente planos de habitaciones. Muchos programas ofrecen resultados convincentes pero no sirven para medir con exactitud. Las desviaciones de varios centímetros están a la orden del día. Los datos, por tanto, no se prestan a calcular la extensión necesaria de revestimiento de suelo, por ejemplo.