Después de despedirse de las literas y del té de escaramujo, el antiguo albergue juvenil de Holzminden brilla hoy con una nueva imagen como hotel superior de tres estrellas. Con la reforma, el nuevo hotelero Ralf Schwager ha hecho realidad uno de sus sueños. Tanto en el restaurante como en la zona de banquetes se ha colocado el suelo de madera Lindura.
Ha quedado fenomenal. No hay rastro de las mesas de pimpón ni del té de escaramujo, tampoco de las literas ni de los cuartos de lavandería. Pocas cosas quedan en el Weserhotel Schwager que recuerden al albergue juvenil de antaño, excepto quizás la torre histórica que sigue caracterizando al conjunto arquitectónico. Hace tres años, cuando se le presentó la posibilidad de adquirir el viejo albergue, el empresario y gestor de grandes almacenes Ralf Schwager lo tuvo claro: "el edificio histórico debía conservarse". Dicho y hecho. Durante los nueve meses de reformas se constituyeron 35 habitaciones modernas y acogedoras, un restaurante con zona para fumadores y dos salas para banquetes.
Por su proximidad a la ruta cicloturística y al río Weser como lugar ideal para paseos en canoa, el Weserhotel Schwager no solo se dirige a los amantes del deporte, sino que también es el destino ideal para personas de cualquier edad que busquen descanso. Además de sus acogedoras habitaciones individuales y dobles, dispone de apartamentos con cocina para familias, así como de habitaciones accesibles para movilidad reducida. El acceso Wifi gratuito, los grandes televisores de pantalla plana, así como sus cómodas camas con canapés convierten sus habitaciones en lugares tranquilos para descansar.
Durante la reforma, se prestó especial atención a la protección del medio ambiente y al empleo de tecnologías que contribuyeran al ahorro de energía. Por eso, se regula y controla el consumo eléctrico de la iluminación y la calefacción. Además de su sistema de bus de última generación para electricidad y calor, la calefacción se efectúa mediante una planta de cogeneración termoeléctrica. Para el sistema de ventilación se instalaron bombas de calor y bombas de recuperación; mientras que para la iluminación se emplea exclusivamente tecnología LED de bajo consumo. En este moderno ambiente marcado por la sostenibilidad, el revestimiento del suelo también encaja a la perfección: Lindura aporta el encuadre perfecto para el restaurante y el salón de banquetes, y contrasta con el mobiliario moderno por su aspecto elegante y rústico.
Además, al final se ha podido conservar algo más del "viejo" albergue: Heike Sander-Nisius, anterior directora del albergue, dirige hoy el hotel. ¿No ha supuesto un gran cambio? "La diferencia no es tan grande", dice riendo. "No obstante, lo más importante es que nuestros huéspedes se sientan a gusto; sin importar si duermen en una habitación con varias camas o en una cama doble de un hotel de lujo".