Cuando llega la primavera y el sol empieza a dominar los días, ¡entran las prisas por hacer una limpieza general! Se limpian a fondo ventanas y armarios, el calzado de invierno se guarda hasta que vuelva el frío y se adecenta el suelo. A continuación revelamos cómo hacer que el parquet, el suelo laminado y compañía brillen para la primavera.
Sin lugar a dudas, el parquet es uno de los revestimientos más populares, ya sea aceitado o barnizado. Mientras que el parquet aceitado transmite un look especialmente natural, el barnizado cautiva con su brillo. Si se quiere disfrutar de un suelo de madera por mucho tiempo, debe prestarse especial atención al limpiarlo. Todo empieza con la elección del producto de limpieza que mejor se ajuste al parquet que se tenga previsto tratar. Por ejemplo, existen jabones especiales para suelos de madera. Solo hay que mezclarlos con suficiente agua y ya están listos para utilizar.
Antes de comenzar con la limpieza húmeda, la habitación debe barrerse con una escoba suave para eliminar la suciedad gruesa y el polvo. Así se evita que pequeñas piedras rayen el suelo al pasar la fregona o el polvo húmedo provoque estrías. Si se utiliza la aspiradora, deberá elegirse el ajuste para superficies lisas. Generalmente se trata de un pequeño cepillo circular antepuesto que evita que la boquilla rasque directamente el suelo. Asimismo, se recomienda comprobar las ruedas del equipo. Si se ladean con facilidad provocando un deslizamiento duro por el suelo, mejor prescindir de la aspiradora, pues el riesgo de rayar el parquet sería demasiado elevado.
Una vez limpia la suciedad más gruesa, puede comenzarse con la limpieza húmeda. La mejor manera de aplicar la mezcla de agua y producto limpiador es con una fregona o un paño convencional que no suelte pelusa. Es importante no utilizar demasiada mezcla y pasar la fregona ligeramente húmeda. La madera podría hincharse si se moja demasiado. Por eso, antes de pasar la fregona debe escurrirse debidamente. Que el suelo se seque rápido después de fregarlo significa que la fregona tenía la humedad justa.
El suelo laminado tiene un aspecto muy similar a uno de madera, pero es algo más fácil de cuidar. Aun así, si se quiere que dure muchos años sin perder su brillo, deben tenerse en cuenta algunos detalles.
Si el nivel de suciedad es normal, generalmente basta con pasar la aspiradora. De vez en cuando también debería pasarse la fregona. Como es de esperar, en algún momento se producirá un pequeño percance que deje huellas en el suelo. Una mancha de mermelada, por ejemplo, que se limpió a medias con papel absorbente durante el desayuno. Normalmente basta con utilizar agua limpia para limpiar, pero para casos más persistentes pueden usarse productos de limpieza especiales como el CC Limpiador de laminados D / F. Tras aplicarlo con una fregona bien escurrida, el suelo quedará como nuevo.
Al limpiar suelos laminados, ¡menos es más! Si se utiliza demasiado producto de limpieza podrían surgir estrías que afearían el suelo. Otra de las causas por las que se forman estrías en un suelo recién fregado son el polvo y otras partículas de suciedad. Para evitarlo conviene aspirar el suelo o limpiarlo con un paño para polvo seco antes de fregarlo en húmedo.