Desde que son bebés hasta que se convierten en adolescentes, la de los niños es la habitación de las 1001 posibilidades. Un reino de fantasía para los más pequeños y un lugar de retiro para los grandes, desde el que dan forma a su mundo una y otra vez. En vista de ello, conviene que la habitación cuente con una sólida base que resista a (casi) cualquier fase de desarrollo, como un suelo o unos muebles duraderos.
La habitación es un lugar muy especial desde la más temprana infancia, pues aquí se juega, se hacen manualidades, se descubre y se sueña. Con el paso del tiempo se van transformando las necesidades de los niños pequeños y grandes: aparte de dormir, los más pequeños lo que quieren es jugar y divertirse. Un poco después, a más tardar al comenzar el colegio, además de un espacio creativo necesitan un lugar tranquilo para estudiar.
Con los años hijos e hijas van cambiando de gustos: lo de la litera en forma de barco de pirata ya no es tan divertido y el papel pintado de rosa con los unicornios brillantes de repente "¡es superinfantil, papá!"..
Lo ideal es planear desde el principio la habitación infantil de manera que pueda adaptarse sin complicaciones a las diferentes fases del crecimiento y el desarrollo, por ejemplo, con muebles evolutivos o un suelo duradero que no esté asociado a una edad. Después, pueden ponerse acentos utilizando cojines, mantas, imágenes o cortinas. Estos elementos son fáciles de cambiar y están al alcance de todos los bolsillos.
El buen diseño de las paredes constituye un importante factor de bienestar, por lo que debe seleccionarse con detenimiento. Muchos padres se concentran en plasmar en las paredes su gusto personal o el de su hijo o hija. Pero hay otros factores que merecen cierta consideración:
Influencia en el estado de ánimo:
Hoy ya es sabido que cada color tiene un efecto diferente sobre las personas. El naranja activa, el rojo chillón puede llegar a ocasionar agresiones. Para las habitaciones de los pequeños son idóneos los colores suaves con alta proporción de blanco, pues logran un efecto tranquilizador.
El tamaño y la distribución de la habitación:
Los tonos claros aportan sensación de amplitud a habitaciones pequeñas y con muchos rincones. Cuando los techos son inclinados, los colores sobrios ofrecen espaciosidad. Por eso, en espacios pequeños no conviene utilizar tonos básicos intensos ni oscuros.
La calidad de la pintura:
Nuestros hijos deberían entrar en contacto con tan pocas sustancias nocivas como sea posible. Por consiguiente, al elegir la pintura para las paredes de esta habitación es preciso asegurarse de que es de base acuosa y no contiene plastificantes evaporables, conservantes ni disolventes.
Asimismo, las configuraciones multicolor permiten lograr efectos diversos en las diferentes zonas de la habitación.
Al igual que en la pintura, la salud es un factor muy importante a la hora de elegir un suelo. Muchos padres optan por colocar moqueta en la habitación infantil, porque resulta cálida y cómoda para jugar en el suelo. Ahora bien, las cubiertas sintéticas, sobre todo cuando están nuevas, al principio expulsan sustancias nocivas al aire de la habitación. Si la moqueta se pega, el adhesivo puede incluso emitir gases tóxicos que atraviesan la moqueta. Además, entre las fibras podrían acumularse rápidamente suciedad y alergenos difíciles de eliminar.
Los suelos de PVC también son inapropiados, pues segregan plastificantes durante años. El efecto podría incluso agravarse si se instala una calefacción de suelo radiante. Quien a pesar de todo no desee renunciar a un suelo cálido y fácil de cuidar tiene a su disposición muchas alternativas saludables y respetuosas con el medio ambiente:
El suelo de diseño MeisterDesign es la alternativa ideal al suelo de PVC convencional. Este revestimiento de suelo fabricado prescindiendo completamente de cloruro de polivinilo (PVC) y plastificantes nocivos fue galardonado con el ángel azul como producto respetuoso con el medio ambiente. Las colecciones imitan tablones de madera auténticos y están dotadas de estructuras palpables para transferir una sensación auténtica a los pies de los niños. Todas las decoraciones de los suelos de diseño son muy duraderos y resistentes al agua. Así, si los hijos se alborotan, los padres pueden conservar la calma.
Quien busque un suelo especialmente sostenible con una excelente relación precio/prestaciones debería estudiar detenidamente los versátiles laminados. El laminado se fabrica íntegramente con materiales naturales, principalmente de madera. La capa superior está formada por resina de melamina resistente. Los laminados que incorporan un aislamiento acústico son muy silenciosos y, con ello, perfectos para las animadas habitaciones de los niños. Gracias a sus superficies grabadas de forma individual, las diferentes decoraciones aportan un efecto muy logrado y apenas pueden distinguirse de un suelo de madera auténtica.
Los niños crecen rápido, igual que sus necesidades. Para que no sea necesario comprar nuevos muebles en cada fase de desarrollo, ya existen muchas soluciones adaptables. Por ejemplo, hoy en día la mayoría de cunas se convierte cómodamente en cama júnior bajando la base y retirando los barrotes laterales. Cuando la cama se les queda pequeña, la cuna puede continuar utilizándose a modo de cómodo sofá. Solo hace falta colocar algunos cojines bonitos, un par de peluches, ¡y listo! Para los algo más grandes hay disponibles camas extraíbles que pueden prolongarse a longitudes de hasta 190 cm
Asimismo, existen escritorios y sillas regulables en altura que se van adaptando a la talla del niño. Uno de los muebles infantiles evolutivos más conocidos es la Stokke Tripp Trapp. La ingeniosa silla de madera de haya es un verdadero clásico del diseño presente en todo hogar con niños desde 1972. Actualmente, la silla está disponible en un amplio abanico de colores. También puede adquirirse con un portabebé con cinturón de seguridad y sujetajuguetes. Así, la robusta silla puede acompañar a su hijo por mucho tiempo desde que nace.