Los suelos de la cocina y el baño tienen algo en común: tienen que soportar mucho trote. Salpicaduras de grasa, humedad y muchísimo movimiento no deben afectarles. Por eso no es extraño que muchas personas, a la hora de decorar estas estancias, opten por un revestimiento de baldosas resistente. Pero existen alternativas que no solo son robustas y fáciles de cuidar, sino que también son muy elegantes. Por ejemplo, los suelos de diseño MEISTER.
En muchos hogares, la cocina es una de las estancias más utilizadas. Ya sea para cocinar, hacer deberes o para una agradable reunión con amigos, la cocina es a menudo el punto de encuentro central de nuestra vida social. E igualmente altas son las exigencias que un suelo de cocina debe soportar todos los días. La suciedad más resistente causada por grasas, diferentes líquidos o comidas coloridas no debe dejar ningún residuo. Por eso, para garantizar una buena higiene, deben utilizarse suelos que puedan limpiarse en húmedo sin ningún problema. Además, el revestimiento no debe desgastarse por el uso continuo y el movimiento al arrastrar sillas, y también debería ser antideslizante.
La humedad, las salpicaduras de agua, los derrames cosméticos... El suelo de un cuarto de baño debe soportar unas condiciones igual de exigentes que un revestimiento de suelo de cocina. El agua no debe afectarle y debe ofrecer una buena estabilidad aun estando mojado. Precisamente en baños pequeños sin ventanas es fundamental una resistencia fiable al agua, puesto que el aire húmedo permanece más tiempo en el ambiente y puede hacer que los materiales inadecuados se hinchen. Asimismo, la mayoría de cosméticos contienen grasas y aceites. Si estos entran en contacto con superficies delicadas, como por ejemplo una madera sin tratar, se forman manchas muy difíciles de eliminar. Por eso, el suelo ideal para el cuarto de baño es waterproof, antideslizante y fácil de cuidar.
Por las razones expuestas más arriba, merece la pena pensar bien previamente con qué revestimiento de suelo vamos a equipar la cocina y el baño. Los siguientes suelos han demostrado ser una buena opción para utilizarse en las dos estancias:
Las baldosas de cerámica están disponibles en tres tipos distintos que se diferencian, entre otras cosas, por la cantidad de agua que absorben: gres, cerámica y gres porcelánico. Las baldosas de gres tienen un poro relativamente grueso y son las que más agua absorben. Por eso, para la cocina y el baño se recomiendan las baldosas de gres esmaltadas o las baldosas de cerámica, menos porosas, porque repelen la suciedad y son fáciles de cuidar. Las baldosas de gres porcelánico tienen la densidad más elevada y son las que menos agua absorben.
Pueden limpiarse sin problema con un aparato de limpieza a vapor para obtener una limpieza higiénica. Además, las baldosas son perfectamente compatibles con la mayoría de productos químicos convencionales para la limpieza. Las baldosas sin esmaltar absorben la suciedad más fácilmente y se rayan más rápido. Pero, por otro lado, no tienen que pulirse y son antideslizantes. Y precisamente en las estancias en las que a menudo se acumula la humedad, que sea antideslizante es un criterio importante para decantarse por las baldosas. Sin una calefacción por suelo radiante debajo, el suelo de baldosas está siempre frío, lo cual es aún más perceptible en invierno.
Baldosas de piedra natural Cada vez con más frecuencia se colocan suelos de piedra natural en cocinas y baños como alternativa de lujo a la baldosa. Son especialmente adecuados los materiales como el mármol, la piedra arenisca o el granito. También son resistentes a la humedad y generalmente se pueden limpiar fácilmente. Pero ¡cuidado!, porque algunas piedras naturales son sensibles a los ácidos y los productos abrillantadores abrasivos. Por eso, para cuidar correctamente estos suelos, vale la pena pedir consejo a un experto previamente. Las piedras naturales, al igual que las baldosas, forman parte de los revestimientos de suelo duros. Si caen objetos pesados, por ejemplo de cristal o porcelana, pueden estallar con el impacto e incluso dejar grietas en el suelo que son muy laboriosas y costosas de reparar, hasta el punto de tener que cambiar la losa afectada.
Muchas personas aún optan por un revestimiento de baldosas o de piedra natural en la cocina y en el baño. No obstante, para crear un ambiente acogedor y agradable hoy día existen también suelos elásticos que cumplen todos los criterios necesarios y aportan más calidez y confort a la estancia. Por ejemplo, los suelos de diseño con aspecto de madera o piedra auténticas.
Quien busque una alternativa agradable a los pies y acogedora a las baldosas y la piedra natural, los suelos de diseño MeisterDesign son una opción más que recomendable. Reúnen todas las propiedades positivas de un suelo de vinilo, pero no contienen PVC (cloruro de polivinilo) ni plastificantes nocivos de ningún tipo. Este moderno suelo de diseño está disponible en muchas decoraciones en madera auténtica y con aspecto de hormigón que, gracias a su estructura palpable, apenas se pueden distinguir del original.
Mientras que las baldosas y la piedra natural requieren mucho trabajo de pegado y rejuntado, el suelo de diseño está equipado con un sistema clic que facilita muchísimo la colocación. En las colecciones MeisterDesign. life y MeisterDesign. pro hay disponibles variantes waterproof especialmente adecuadas para utilizarse en el cuarto de baño y en la cocina. Los suelos de diseño son muy resistentes al desgaste y tan fáciles de cuidar como las baldosas.