Al igual que en la electrónica y la ropa, en los revestimientos de paredes y suelos también hay tendencias. Quien quiera probar algo nuevo puede dejarse guiar por el corazón al elegir unos colores y unas superficies vistosas. O confiar en los clásicos atemporales que nadie se cansa de ver.
En vista de las innumerables tendencias efímeras en el diseño de interiores, muchas personas se preguntan cuál podría ser una buena elección a largo plazo. Quieren un hogar cuyo estilo siga estando vigente con el paso de los años. Con clásicos del diseño de paredes y suelos, todo el mundo puede crearse un lugar de retiro atemporal.
Al oír tablones de madera muchos piensan en caserones antiguos y tascas castizas. No obstante, las paredes revestidas de madera están más en boga que nunca. Los amantes de la filosofía Hygge, por ejemplo, son entusiastas de las paredes de madera y su encanto.
Todo el mundo puede llevarse a casa la magia de la madera. Ya sea para ampliar el desván y el sótano, o como llamativo componente del comedor, las opciones de uso del clásico de madera son innumerables. Sin necesidad de lijar, pintar o empapelar, los paneles para paredes permiten crear en el hogar armónicos contrastes, aportan calma estética a los espacios y además esconden irregularidades.
Que a los amantes de la filosofía Hygge gusten de los revestimientos de madera tiene sencilla explicación: la madera surte un efecto emocional especial al que la observa, porque crea una atmósfera cálida y acogedora. Además, está demostrado que mejora el clima del ambiente: el revestimiento aísla y, sobre todo la madera auténtica, regula de forma natural la humedad del aire.
Los suelos de madera auténtica traen un pedacito de naturaleza a casa. ¿Por qué si no tiene el parquet tantos amantes? Aun así hay quien no se atreve a instalarlo por su supuesta sensibilidad. Ahora bien, elegir bien el material puede cambiarlo todo.
Si se prevé que el suelo tendrá que lidiar con fuertes cargas, la mejor elección es el parquet de madera de roble. El material es por naturaleza más duro, y por lo tanto más resistente, que la madera de pino o de abedul, por ejemplo. Los suelos de alta calidad reciben un tratamiento previo durante la fabricación para hacerlos más insensibles frente a la suciedad y la humedad. Así, los niños pueden jugar en el suelo o puede realizarse una limpieza general sin miedo a causar daños.
Además, la gama de parquets cubre una gran variedad de deseos de clientes: la madera de roble puede tratarse de muchas maneras, lo que permite ofrecerla con muchos matices cromáticos. Todo es posible, desde el estilo rústico con colores oscuros hasta los tonos modernos más fríos para decoraciones de inspiración escandinava.
Antes ridiculizado por ser una imitación barata, este revestimiento de suelo hace mucho que no tiene por qué esconderse. En los últimos años la calidad y el diseño del suelo laminado no han parado de mejorar. Con ello, quien no le dé demasiada importancia al precio y quiera un producto de alta calidad, puede confiar desde hace años en este suelo tan fácil de cuidar como resistente.
El suelo laminado se fabrica adhiriendo varias capas de material con resina de melanina y se compone tanto de placas de fibra de madera como de papel decorativo impreso. Esta combinación de materiales permite fabricar paneles de grosor homogéneo: una verdadera ventaja frente a la madera auténtica, que puede presentar irregularidades y diferentes durezas. Además, gracias a la incorporación del papel decorativo, los suelos laminados pueden ofrecerse en incontables diseños. El favorito es y seguirá siendo el efecto madera que recuerda a los suelos de parquet y tablones.