Arrastrar sillas, caminar, jugar, pasar el aspirador... muchas actividades cotidianas generan ruido de pisadas. A la larga, este ruido puede ser molesto. Por eso, y para el bienestar propio y el de los vecinos, colocar una protección contra ruidos de pisadas puede ser muy útil e incluso una obligación. ¿Pero qué normas hay que tener en cuenta? ¿Y qué aislamiento acústico es mejor para cada suelo?
Hoy en día es cada vez más habitual colocar el suelo de manera flotante. Por su parte, muchos suelos laminados, de vinilo y de parquet están equipados con un cómodo sistema clic que permite colocarlos fácilmente. Al contrario de lo que ocurre con el encolado en toda la superficie, en los tipos de colocación flotantes siempre queda una pequeña separación entre el sustrato y el revestimiento de suelo. Sin la base aislante adecuada, con cada paso se producen ruidos que pueden propagarse hasta las estancias adyacentes; es lo que se denomina ruido de pisadas, y puede oírse por toda la casa.
Para instalar un aislamiento, existen dos métodos más comunes:
En suelos colocados de manera flotante como el laminado, el parquet y el vinilo o el suelo de diseño, un buen aislamiento acústico garantiza eficazmente un ambiente más tranquilo en casa. Además, confiere al suelo más estabilidad y una sensación de suavidad al pisar. Por regla general, los aislamientos acústicos de material sintético son adecuados para todos los suelos, si bien es aconsejable pedir el asesoramiento individual del fabricante o del comercio especializado. Aquí encontrará información sobre los materiales de base MEISTER.
En una habitación con calefacción por suelo radiante hay algunos aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir un aislamiento acústico adecuado. Por un lado, debe optarse por un material con unas buenas cualidades de conductividad térmica y difícil de inflamar. Además, se recomienda elegir un aislamiento que sea lo más fino posible, aunque su efecto sea menor que las variantes más gruesas. El motivo es que cuanto más grueso sea el aislamiento acústico que se coloca sobre la calefacción por suelo radiante, menos calor llega a la habitación. Esto da como resultado una peor eficiencia energética al mismo tiempo que unos costes de calefacción más elevados. Para instalarlo, se coloca una primera capa de material para minimizar el ruido debajo del revestimiento de suelo visible y, por tanto, sobre el aislamiento térmico que hay encima de la calefacción.